El 14 de marzo en varias regiones de Rusia tendrán lugar elecciones a los órganos locales de gobierno. Antes de dirigirse al colegio electoral, cada persona sensata debe pararse una vez más a pensar en qué situación se encuentra hoy Rusia, quién es el responsable de ello, y quién es capaz de revertir la situación a mejor.
Parémonos a ver las cifras más elocuentes, que nos indican cuál es el estado actual del país y la sociedad, y comparemos la situación presente con la época en que los comunistas estaban en el poder, cuando el país se regía por las leyes del socialismo.
- La Rusia actual pierde anualmente del orden de un millón de habitantes. Esos son los terribles indicadores de la pérdida de población. Algo inconcebible durante el socialismo, bajo el Poder Soviético. En la patria soviética se producía un notable crecimiento demográfico anual. Era algo que estimulaba el sistema social, que garantizaba a la gente asistencia sanitaria gratuita, no de palabra, sino con hechos, y que defendía a las jóvenes familias y a la infancia.
- Hoy en Rusia las cifras oficiales hablan de 7 millones de desempleados. Las no oficiales aumentan esa cifra. Y por mucho que asegure el gobierno que la crisis ya ha pasado, la cifra de parados crece de forma vertiginosa. En los tiempos en que gobernaban los comunistas, nuestro país no conocía el flagelo del desempleo. El derecho al trabajo, a recibir un trabajo acorde con preparación de cada cual, no sólo estaba garantizado por la constitución, sino que se cumplía rigurosamente en la práctica.
- Hoy en Rusia, según datos de la Agencia antidrogas, hay seis millones de toxicómanos, lo que supone no solo un grave riesgo para su vida, sino un serio peligro para la sociedad en conjunto. Su número no para de crecer. El ministerio de salud y desarrollo social, se ha visto obligado a reconocer que entre los estudiantes universitarios de Moscú, el 30% consumen dogas habitualmente. En algunas regiones esa cifra es aún mayor. Son nuestros hijos, nuestros hermanos y hermanas, aquellos de los que depende el futuro de Rusia. ¿Qué futuro puede haber cuando el país sufre una epidemia de drogadicción? Durante el Poder Soviético, esto era imposible de imaginar. Los comunistas habían levantado una barrera que impedía la entrada al país de drogas duras del exterior. La distribución y consumo de drogas era considerado un delito grave y se perseguía sin tregua y de un modo efectivo.
- 20 millones de ciudadanos viven en la Rusia actual bajo el umbral de la pobreza. Incluso según las cifras oficiales, entre la población adulta uno de cada cinco es pobre. En las actuales condiciones del “capitalismo de mercado” son muchos más los que se encuentran permanentemente al borde de la pobreza. Mientras hay millones en situación de pobreza, un insignificante puñado de “señores de la vida”, que se han apropiado de las riquezas nacionales del país, continúa enriqueciéndose a costa del pueblo engañado. Durante el último año el número de multimillonarios en dólares ha aumentado en Rusia 1’5 veces. Hace un año eran 49, hoy son 77. Es la manera que tienen de sacar partido de la crisis y las penurias del país aquellos, a los que sirve el actual sistema socio-político. Durante el Poder Soviético en el país no había ni multimillonarios ni pobres, porque el país vivía de acuerdo a las leyes de la justicia social. Y aquellos que intentaban violentar esas leyes se consideraban criminales.
- Hoy en el país hay 3 millones de niños abandonados, sin hogar. Es una vergüenza que pesa sobre el actual gobierno y los que lo respaldan. El sistema soviético, nada más concluir la guerra civil, acabó con la lacra del abandono infantil, algo que el país no volvió a conocer en casi 70 años, hasta el día en que el poder llegó a manos de los “demócratas”.
- De acuerdo con los estudios sociológicos, el 67% de los rusos desconfía de la policía. Aquellos en cuyas manos está velar por nuestra seguridad, son vistos por la ciudadanía como una de las principales fuentes de inseguridad. Bajo el Poder Soviético era imposible de imaginar que una persona honrada tuviese que temer algo de un policía, que no fuese a encontrar defensa en la policía ante los delincuentes o que se topase con delincuentes con uniforme de policía.
Cuando enumeramos todo esto, nosotros los comunistas no estamos llamando a volver al pasado. Mienten todos los que intentan acusarnos de esto, los que inculcan a la gente que el Partido Comunista y los ideales del socialismo son cosas el pasado. Son los mismos embusteros que quieren que queden por siempre como un recuerdo, la justicia, la legalidad, el respeto a aquellos que trabajan honradamente, a aquellos que tienen derecho a sentirse ciudadanos dignos de Rusia, dueños de su país. Son precisamente estos mentirosos los que están mandando el país al pasado, a la pobreza, la degradación y el retraso.
Los comunistas llaman a los ciudadanos de Rusia a dar un paso adelante, hacia un futuro que puede ser digno, que puede traer al país y a su pueblo una mejora sólo con la condición de que nuestra vida esté basada en los principios de la justicia social y de la lucha sin cuartel contra la arbitrariedad. Y llevar a la práctica esos principios sólo puede hacerse en las condiciones del socialismo.
Hoy el PCFR no llama únicamente a los electores a votar en las elecciones. Hoy nuestro partido proclama bien alto y de forma decidida:
¡Adelante Rusia, hacia el socialismo!
G. Ziuganov. Presidente del CC del PCFR.
Traducido del ruso Josafat S. Comín
Extraido de "Civilización Socialista"
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