Miércoles 17 de febrero de 2010 /"Un vallekano en Rumania"/.-
Una nueva película rumana ha provocado un escandalo en el festival de Berlin, al homenajear a grupos de luchadores fascistas que se refugiaron en las montañas tras la derrota de los ejercitos nazis y del régimen del mariscal Antonescu en Rumania, en 1945.
A pocos dias del estreno del largometraje dirigido por Constantin Popescu, "Portretul luptatorului la tinerete" (Retrato de un luchador en su juventud), el Instituto para el Estudio del Holocausto Elie Wiesel y la Asociacion para el Estudio de la historia de los Gitanos, ambos de Rumania, han pedido al director del festival de Berlin, Dieter Kosslick, y a los miembros del jurado que se retire el film.
Los firmantes de la peticion, Marco Katz, Alexandru Florian y Florin Manole, informan que el protagonista de la pelicula, Ion Gavrila Ogoranu, formo parte del Movimiento Legionario de Rumania, de caracter fascista, antisemita y racista. Ademas, el movimiento legionario fue cabeza de diferentes progromos en Bucarest y otras ciudades rumanas, y de ataques contra politicos y hombres de cultura de todo el pais, admirando los metodos violentos impuestos por Hitler en Alemania.
El film hace propaganda anticomunista, y de paso en favor de los activistas de ultraderecha y contra los derechos humanos.
En 1947, tras la llegada al poder de la coalicion que integraba y lideraba el Partido Comunista Rumano, grupos de terroristas fascistas se refugiaron en las montañas para luchar contra el sistema comunista en el poder. La derrota del regimen pronazi de Antonescu hizo que mucho de sus partidarios mantuvieran su lucha como si la Segunda Guerra Mundial no hubiera terminado, a pesar de que el Ejercito Rojo puso en su sitio a los mercenarios y criminales nazis y sus aliados.
La Resistencia Armada de los nazis habia empezado en el otoño de 1944, cuando el ejercito aleman lanza grupos de paracaidistas con misiones de sabotear al Ejercito Rojo, que habia hecho correr como gallinas a los soldados alemanes y los rumanos fieles al fascismo (en el Ejercito Rojo ya estaban integrados miles de rumanos que antes de la guerra habian sido campesinos explotados y humillados por los burgueses y aristocratas que dominaban el pais). Los grupos que no habian sido detenidos permanecieron escondidos en las montañas hasta 1948, momento en que se hacen activos a traves de la union en un frente unico anticomunista y, no lo olvidemos, aunque se intente, profascista.
El protagonista del film, Gavrila, se refugio en los Montes Fagaras, en los Carpatos meridionales, cercanos a Sibiu, junto con otros 30 personas de la organizacion "Fratia de Cruce" (Hermandaz de la Cruz), cuyo nombre ya indica suficiente sobre ellos. Alli han constituido el Grupo de Resistencia Nacional Armada de los Carpatos, conducido por el propio Gavrila (que ya tenia experiencia en la guerra, en la que habia participado como voluntario en el ejercito fascista de Antonescu).
La pelicula forma parte de la ola de anticomunismo que recorre Europa y que esconde bajo esta mascara un nuevo auge del fascismo y del nazismo. Ambos caras de la misma moneda, anticomunismo y homenaje al fascismo, estan teniendo lugar en gran parte de Europa, sobre todo del Este, como el reciente nombramiento como heroe de Ucrania del asesino pronazi Bandera, o la destruccion de monumentos antifascistas en Georgia (por no citar la persecucion del comunismo en Chequia, Polonia, Hungria, etc..).
En Rumania, la campaña anticomunista convierte al comunismo en una especie de epidemia a pesar de que la mayoria de los politicos actuales, incluido el propio presidente Traian Basescu, formaron parte del Partido Comunista Rumano hasta 1990. Este presidente condeno el comunismo en el parlamento a la vez que honraba a los luchadores "anticomunistas" de los años 40, que como hemos dicho estaban constituidos por antiguos miembros del movimiento legionario y por defensores del regimen nazi de Antonescu. De momento, no se ha retractado.
Desgraciadamente, el escandalo del festival de Berlin no se debe a la denuncia del anticomunismo visceral de los oligarcas de hoy, que dominan los medios de comunicacion, verdaderos amplificadores del odio hacia la ideologia que pone en riesgo la acumulacion de capital y privilegios por unos pocos. El escandalo ha estallado por el caracter antisemita y racista de los "heroicos luchadores de la montaña", que afortundamente fueron derrotados por el ejercito popular rumano en pocos años. Una ideologia, el antisemitismo y el racismo, que unidos al capitalismo dan lugar al coctel fascista, cuyo gran enemigo es el comunismo.
En resumen, la pelicula responde al habitual homenaje al fascismo que viene teniendo lugar tras la caida temporal de los sistemas comunistas en los años 90. Las elites que recuperaron los privilegios y el poder tras la traicion de Gorbachov intentan que el sistema que una vez puso en riesgo su dominio regrese, y por eso la feroz campaña de mentiras y manipulaciones sobre la realidad que sufrimos en la actualidad, criminalizando al sistema que antepone el bienestar colectivo a los privilegios de unos pocos.
Hoy se intenta que gente como Gavrila o Bandera sean convertidos en heroes por las oligarquias dominantes, pero nunca podran ser heroes de los dominados, de los oprimidos, de aquellos que ya no tienen en sus manos el control de los medios de produccion y, por lo tanto, tampoco de la decision politica.
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