BEIJING, 15 abr (SPANISH.CHINA.ORG.CN).-
En el octavo aniversario del fracaso del golpe que en 2002 intentó derrocarlo, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reunió en Caracas a más de 35 mil personas, todas en uniforme militar y armadas.
El acto, una muestra de firmeza y lealtad hacia el presidente, concentró a estudiantes, trabajadores, funcionarios y jubilados para constituir las llamadas ‘milicias bolivarianas’, con las que el líder venezolano quiere llevar más allá su revolución socialista.
Durante el acto, Chávez blandió la espada de Bolívar y tomó juramento a los ‘milicianos’ concentrados, que también alzaron sus armas durante las alocuciones del líder y prometieron ‘liberar Venezuela’. Los fusiles, eso sí, no llevaban munición.
En su discurso, Chávez atacó a Estados Unidos, ‘el maldito imperio yanki’, tal y como dijo, así como a la propia oposición venezolana, a la que acusó de burguesa y defensora de los intereses norteamericanos. Además, Hugo Chávez volvió a subrayar la amenaza permanente de un atentado contra su persona o de un golpe de estado para apartarlo del poder.
En ese sentido, Chávez llamó al pueblo venezolano a concentrarse para evitar que la ‘burguesía’ (la oposición) ocupe una parte importante de los escaños en el parlamento en las elecciones previstas para el próximo 26 de septiembre. La oposición acudirá a esas elecciones más unida que nunca, tras haberse retirado en los comicios anteriores, y Chávez la acusó de querer desestabilizar el país.
La ‘militarización’ y radicalización del discurso y los gestos del mandatario latinoamericano se inscriben en la dinámica que ha definido últimamente sus relaciones con los vecinos, en especial con Colombia.
Venezuela celebrará pronto el bicentenario de su independencia. Precisamente, Bogotá ha anunciado que impedirá que sus diplomáticos acudan a los actos conmemorativos previstos por Caracas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario