De esta forma, en esta ex República Soviética las cosas van poniéndose en su lugar y pasan a ser sólo recuerdo (duros, nefastos, pero sólo "recuerdos"), los intentos de los contrarrevolucionarios de homenajear a los nazis propios y ajenos y de catalogar a la URSS y a Stalin como genocidas.
La lucha del pueblo va logrando estos pequeños triunfos que ayudan a mantener la memoria histórica y a construir, en base a la verdad, el renovado movimiento revolucionario internacional que encauce la lucha de los pueblos del mundo por la victoria del socialismo y la paz.
Los pueblos de América Latina, de la ex Unión Soviética y hoy, por sobre todos, el heróico pueblo de Grecia -a cuya vanguardia se encuentran los comunistas y su partido- son el mejor ejemplo de que otro mundo es posible y sólo nuestra lucha lo hará realidad.
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