Ser comunista en la Georgia fascista de hoy, lacaya de la OTAN, es sufrir amenazas, agresiones, despidos, desempleo, marginación, miseria y terror. El camarada secretario del Comité Central de la principal pero no única organización comunista, el Partido Comunista Unificado de Georgia (PCUG), Akaki Alanya, hace unos meses fue apaleado en su casa por tres enmascarados que le rompieron diez dientes y le causaron diversas contusiones. El hijo de otro camarada fue despedido cuando su patrón se enteró que su padre era comunista. El hijo del primer secretario del CC del PCUG, ya fallecido, Igor Giorgadze ha sido forzado al exilio. El camarada Akaki dice:"Si eres comunista no tienes trabajo, hay que esconderse. Nos apoyamos mutuamente".
El camarada Evgueni Dzugashvili, coronel soviético,
líder de un grupo comunista georgiano, nieto de Stalin.
Pero los heroicos camaradas georgianos no desfallecen. El camarada Koko Gagochvili, de 60 años, oficial retirado del KGB, que vive pobremente en un cuartucho de 4 metros cuadrados en Tibilisi dice:"Hemos perdido nuestra patria, la URSS ¡No podemos perder nada más!". Pero el camarada está convencido que en 20 años renacerá la URSS.
El Partido nació en 1994 de la unión de tres grupos: la Unión de los Comunistas, el Partido Comunista de los trabajadores y la Sociedad Stalin. Son varios miles en la capital y el interior. Hay otros grupos menores: el Nuevo Partido Comunista que lidera el nieto de Stalin Evgeni Dugashvili, coronel soviético retirado, la Organización Política de los trabajadores georgianos de Tengis Kantelashvili, el PC de Georgia.
Según Alany el Partido tiene tres objetivos: 1) restaurar el socialismo, 2) reconstruir la Unión, en un primer momento con Belarús, Rusia y Ucrania y 3) devolver el poder al pueblo y quitárselo a los oligarcas y bandidos que gobiernan hoy. Para el partido la prioridad es que las fuerzas de la OTAN no pongan su pie en el territorio histórico de la Unión Soviética. Dice que son el único partido de oposición y "por eso aparecemos poco en TV. El gobierno nos tiene miedo". Dice que las palabras del presidente del Fondo para la Unión de los pueblos ruso y georgiano Vladimir Jomeriki les confortan sicológicamente. Un millón de georgianos han tenido que huir de la Georgia arruinada y fascista para vivir en Rusia.
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